Un fondo estadounidense quiere la Ciudad Financiera del Santander

Blackstone, un fondo financiero estadounidense, ofrece más de 3.000 millones por la Ciudad Financiera del Santander

La Ciudad Financiera del Santander, la sede operativa del banco presidido por Ana Botín en Boadilla del Monte (Madrid), sale a subasta cinco años después de que su dueño, la sociedad Marme Inversiones 2007, propiedad de varios fondos de inversión, entrase en quiebra. Después de una larga agonía jurídicapara que el administrador concursal y el juzgado que ha gestionado la liquidación liberasen la prenda, las oficinas centrales de la mayor entidad financiera de España salen a mercado en busca de comprador.

Según fuentes financieras próximas al proceso, uno de los mayores interesados es Blackstone, el ‘hedge fund’ estadounidense que se ha convertido en el mayor socio inmobiliario del Santander tras la compra de la mitad de la cartera de activos tóxicos. El fondo estadounidense negocia los últimos flecos para presentar una oferta por los edificios donde el banco acoge a cerca de 7.000 empleados, incluido el despacho de la presidenta, Ana Botín. Según las mismas fuentes, Blackstone está debatiendo si acude a la subasta en solitario o si lo hace de la mano del resto de acreedores que en 2008 respaldaron la compra de la Ciudad Financiera.Vista de la Ciudad Financiera de Banco Santander. (EFE)

Entre ellos, destacan la presencia de ING, HSH Nordbank, CaixaBank y Bayeriche Landesbank, que hace 10 años concedieron un crédito de 1.575 millones de euros a Propinvest para hacerse en forma de ‘lease back’ con el mayor activo inmobiliario del Santander. En aquel préstamo también estaban Deustche Postbank, Royal Bank of Scotland y Raffeisen Zentralbank, que desde 2011, cuando el propietario empezó a reconocer que no podía hacer frente a la deuda, comenzaron a vender a fondos buitre su participación en el préstamo con fuertes descuentos sobre el importe nominal.

Uno de los que compraron esa deuda es el propio Blackstone, junto con otros fondos similares como Centerbridge y Avenue Capital. Según otras fuentes, estos inversores están sondeando seriamente presentar de forma conjunta una oferta el próximo 17 de septiembre, fecha en la que los interesados deben retratarse ante el juez. Ese día es el que se ha fijado para que se cursen las propuestas vinculantes por la totalidad de los activos. De no haber ninguna, hecho que no se espera, se procedería al troceo de la Ciudad Financiera y a la venta parcial.

Según estas fuentes, Blackstone es ahora el principal candidato, después de que en los últimos dos años dos grupos árabes hayan puesto encima de la mesa ofertas tentativas que nunca llegaron a buen puerto por las trabas judiciales y las reclamaciones de algunos de los acreedores, como el iraní Robert Tchenguiz. El inversor, con numerosas propiedades inmobiliarias en Londres y conocido por su vida ociosa, fue otro de los que aprovecharon la quiebra de Proinvest para adquirir deuda a derribo y convertirse, por tanto, en acreedor destacado. No obstante, sus problemas con la Justicia —llegó a ser arrestado— le han descartado para hacerse con la totalidad de la Ciudad Financiera.

Interés árabe

El que sí estuvo muy cerca de quedarse con la casa del Santander fue AGC Equity Partners, un fondo kuwaití con 3.000 millones bajo gestión, que llegó a obtener el visto bueno del Juzgado de lo Mercantil número 9 que ha llevado la quiebra de Marme. Pero su oferta, que llegó a ascender a 2.500 millones de euros, debe ser ahora actualizada, ya que, según distintas fuentes, solo la deuda de la sociedad instrumental alcanza los 2.800 millones, entre la considerada como sénior y la ‘mezzanine’. Por lo tanto, las propuestas de partida deben superar al menos los 3.000 millones de euros, por lo que esta subasta se va a convertir en una de las grandes operaciones inmobiliarias del año.

La intentona de AEG, que fue paralizada cuando Ana Botín pidió ejercer el derecho de tanteo sobre la Ciudad Financiera, coincidió en el tiempo con la de Aabar, una sociedad de Abu Dabi propiedad de IPIC, el dueño de Cepsa, ahora rebautizado como Mubadala. Según estas fuentes, este fondo ya no está interesado en la subasta y Santander no tiene intención de ejercer su opción preferencial, según han reconocido fuentes oficiales de la entidad española.

El principal atractivo de la Ciudad Financiera es que Santander, que financió la primera operación con un préstamo de 304,6 millones para abonar el IVA de la compraventa, se comprometió a quedarse como inquilino 40 años, por lo que el pago del alquiler está garantizado.

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