IU-Boadilla y APB opinan sobre el asunto del Ventura Rodríguez

A raíz del suceso ocurrido la semana pasada cuando una alumna fue apercibida por llevar una vestimenta provocativa, varios grupos políticos de la localidad han expresado su opinión.

IU Boadilla del Monte manifiesta su apoyo a las alumnas movilizadas contra este tipo de actuaciones con carácter discriminatorio y en su opinión lo sucedido forma parte de una cultura heteropatriarcal en la que la mujer todavía es culpabilizada por la forma en que vaya vestida, y en la que sus comportamientos son continuamente examinados para que se ajusten a los roles de género establecidos

En consecuencia, IU-Boadilla considera inadmisible el doble rasero que las alumnas del Ventura Rodríguez denuncian respecto a la vestimenta, ya que los estudiantes varones no habrían recibido ninguna advertencia de este tipo cuando han llevado visible la ropa interior. Sin embargo, “no es simplemente una cuestión del tarto desigual, que se solucione exigiendo a mujeres y hombres el cumplimiento de las mismas normas”, explica Carlota Álvarez, responsable del área de Mujer de IU-Boadilla del Monte; “este tipo de comentarios se hacen porque sobre las mujeres se construye una imagen ideal en la que no se contempla que vayamos vestidas como queramos, sino que tenemos que cumplir con ciertos cánones”.

IU-Boadilla destaca además que, curiosamente, la noticia llega apenas unos días después de la anulación del Plan General de Ordenación Urbana 2015 por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), precisamente por la ausencia de un informe sobre su impacto de género. Izquierda Unida siempre ha defendido la inclusión de la perspectiva de género en los proyectos de planificación urbanística a nivel local.

Por su parte Alternativa por Boadilla, apoya al equipo directivo y profesores del instituto para resolver los conflictos educativos y hace la siguiente reflexión:

Es usual que cuando escuchamos hablar de la Educación sea común que se intente separar de la Política o de la Economía, sin reconocer que todas estas dimensiones de lo social se encuentran relacionadas. A muchos les resulta conveniente presentar a la Educación como un terreno “neutral”, más allá de los intereses de los grupos que controlan el poder o los que manejan la economía. Es corriente escuchar en las declaraciones de algunos representantes políticos, frases como “la educación debe estar por encima de intereses partidistas”, “la formación de nuestros niños es la prioridad de este gobierno” y otras del mismo estilo. Mientras de manera discursiva se sostiene que los programas y las instituciones educativas deben ser ajenos a los intereses de los grupos políticos, en los hechos, no es así. Vemos como se intenta doblegar la autonomía de los centros, interferir o, a veces, dinamitar la acción diaria, callada y comprometida del conjunto de los profesores y los equipos directivos.

Esta introducción sirve para enunciar y reflexionar sobre unos hechos ocurridos en el IES VENTURA RODRÍGUEZ de nuestra localidad. Todos los centros públicos se dotan de unos reglamentos que regulan las relaciones y las normas en el centro educativo. Estos reglamentos son elaborados y consensuados por todos los miembros del centro, es decir,  familias, profesorado, alumnado y otras personas que inciden en la actividad docente participan en su aprobación. Estos reglamentos son ampliamente difundidos y aceptados por todos y cada uno de los miembros de la comunidad escolar.

Cuando en un centro se produce cualquier situación de conflicto, es el RRI (Reglamento de Régimen Interior) el marco legal para resolver la situación creada. Lógicamente hay momentos de tensión en los que se debe ser extremadamente cuidadoso, dado que los adolescentes (con su espíritu crítico y cuya identidad se conforma en la confrontación con los adultos), las familias (que a veces descargan toda la responsabilidad en los centros) y los Profesores (que se ven presionados por los poderes públicos para asumir cada vez más competencias impropias) entran en conflicto.

Esta situación de conflictos de baja intensidad es normal y forma parte del día a día en cualquier centro docente, sea público, privado o concertado. ¿Qué sucede cuando unas conductas (llevar o no llevar la indumentaria adecuada, por ejemplo) que están perfectamente tipificadas en un reglamento se utilizan para justificar acciones que ponen el foco fuera de los hechos?

Desde el Grupo Municipal Alternativa por Boadilla pensamos que un tema menor no puede ser elevado a la categoría de noticia. Para ser noticia lo que se cuenta debe ser, en principio, la verdad. Y a la verdad solo se accede escuchando a todas las partes. En segundo lugar, debe ser relevante. ¿Es relevante que un centro, en cumplimiento de su RRI, decida que una alumna se cambie de ropa para adecuar su vestimenta a la asistencia a un aula? En tercer lugar, una noticia no puede servir nunca para minimizar el trabajo de los profesores y elevar a la máxima categoría la protesta o crítica del alumnado. Sabemos que el IES VENTURA RODRÍGUEZ ha tratado el asunto en las aulas, en las tutorías con los alumnos, con las familias…. Y que han sido muy discretos en sus acciones, que han procurado mantenerse fuera de los debates mediáticos y que no aceptan injerencias de partidos políticos.

Los Concejales de Alternativa por Boadilla reconocemos la dificultad de gestionar un centro Público de Educación Secundaria y felicitamos y apoyamos la labor del Equipo Directivo, a su Claustro de profesores y a los miembros del Consejo Escolar. Gestionar un centro público donde la democracia, la participación y la atención a la diversidad sean los ejes sobre los que se articule una formación inclusiva, de calidad, pública y gratuita, no es tarea fácil. Saquemos la Educación de las tertulias matutinas de TVE o de TeleMadrid (lamentablemente gestionadas) y dejemos que los actores: Profesores, Alumnos y Familias trabajen y resuelvan sus conflictos. Los conflictos son necesarios para el crecimiento personal de los jóvenes alumnos y, según se salga de ellos, el crecimiento personal será más adecuado o negativo para el fortalecimiento de una sociedad crítica, democrática y responsable.

 

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