El PP responde a la polémica con Javier Úbeda
El PP responde al PSOE: “La supervisión no es delegable”
Ayer el PSOE de Boadilla acusó al tercer teniente alcalde de usar como coche propio un vehículo para la inspección municipal del contrato de la “Gestión Integral del servicio público de mantenimiento preventivo y conservación del alumbrado público, saneamiento, pavimentación de vías públicas, mobiliario urbano, áreas infantiles y deportivas y servicios complementarios en edificios y equipamientos”.
Sara de la Varga, portavoz del PP, ha manifestado que “sorprenden las acusaciones de malversación de fondos públicos pues ya no es que los socialistas consideren que somos pésimos gestores con malvadas intenciones, sino que creen también que somos idiotas al denunciar que cometemos delitos a ojos vista de todos los vecinos, sin adjudicarnos si quiera al menos pudor, recato y discreción a la hora de realizarlo”.
“Fuera de bromas”, la portavoz popular explica que, “como bien indica el PSOE el pliego del servicio de mantenimiento y conservación de la ciudad recoge la obligación del contratista de aportar una serie de vehículos, entre ellos tres para el servicio de inspección municipal. Es lógico que el tercer teniente alcalde como máximo responsable y supervisor de este contrato disponga de uno de ellos para cuestiones estrictamente profesionales”.
“En este sentido, es necesario que el edil disponga de un coche para cualquier incidencia o inspección tanto rutinaria como extraordinaria dado que en algunos momentos del día se carece de personal propio para esta misión. Un vehículo que, además, está al servicio de más personal municipal y es eléctrico y que responde a cualquier necesidad las 24 horas del día”.
“Asimismo, las fotos de la oposición mostradas no argumentan ni explican sus acusaciones, sino tan sólo reflejan la miseria moral de quienes no tienen por objeto el bien de los vecinos, sino recortar instrumentos de trabajo al Ayuntamiento para ofrecer servicios de peor calidad, lo cual es inexplicable. El vehículo permite rapidez, agilidad y atención inmediata en caso de inundaciones, roturas de tuberías, desperfectos en colegios públicos, alertas de nevadas, actos vandálicos o incidencias del alumbrado público, entre otros”.
De la Varga también ha señalado que “no podemos exigir la máxima responsabilidad en el ejercicio de su actividad al concejal y no dotarle de los instrumentos pertinentes, como tampoco puede ser objeto de sospecha esta cuestión cuando la vivienda del edil se encuentra a no más de 1,5 kilómetros de su lugar de trabajo. Sería lógico si el mismo viviera en la urbanización Las Lomas, como la concejal portavoz socialista, que se encuentra a mucha mayor distancia del Consistorio, pero no en el caso de nuestro edil”.